¿Se imaginan si este tipo de penas se aplicasen en la Argentina?
Ejecución de un funcionario chino por coimero...
El acto ejemplarizante no ha podido ser más duro. China ejecutó esta semana a Zheng Xiaoyu, de 62 años, ex director de la Administración Estatal de Alimentos y Medicinas, por aprobar medicamentos que no habían pasado los ensayos obligatorios para su registro a cambio de dinero. De nada ha servido que admitiera su culpa ni que devolviera el fruto de los sobornos. La ejecución se ha producido en medio de la ola de escándalos que ha sacudido el país asiático en los últimos meses, debido a la falta de controles y seguridad en las industrias alimentaria y farmacéutica.
Zheng, que dirigió el organismo responsable de aprobar los fármacos entre 1998 y 2005, pidió clemencia a los jueces, argumentando que había confesado sus crímenes y había cooperado con los investigadores. Pero Pekín, sometido a gran presión internacional sobre la seguridad de sus productos ha querido mostrar su determinación para luchar contra este problema.
El alto funcionario fue declarado culpable de recibir dinero y regalos por valor de 6,5 millones de yuanes (627.000 euros). Entre los productos registrados irregularmente bajo su mandato está un antibiótico que mató a 10 personas. La pena capital suele ser aplicada mediante inyección letal o un disparo en la cabeza.
Apenas un mes ha transcurrido desde que el Tribunal Supremo de China desestimara el recurso de clemencia del ex director de la agencia estatal de alimentos y medicamentos. De nada le ha servido a Zheng Xiayou haber implicado en el escándalo de sobornos a otros funcionarios del organismo. Zheng ha sido ejecutado de manera expeditiva. Es el cuarto alto funcionario chino condenado a la pena de muerte y ejecutado en los últimos años. La República Popular ostenta la triste marca de ser el primer país con mayor índice de ejecuciones. Oficialmente, más de un millar el año pasado, aunque la cifra real podría ser mucho más alta: entre 7.000 y 8.000.
No cabe duda de que las autoridades locales han querido convertir el castigo en ejemplar. Es alarmante la pobre imagen que tiene China en lo que respecta al control y seguridad de alimentos y medicinas. Las autoridades locales son conscientes de ello y anticipan que ha llegado el momento de hacer algo, sobre todo en los hospitales donde las irregularidades son mayores, justo ahora que Pekín se prepara para albergar los Juegos Olímpicos de 2008. China es el mayor exportador mundial de productos de consumo.
Según el gobierno chino, la falta de escrúpulos de Zheng había provocado que la concesión irregular de licencias a una empresa farmacéutica y la comercialización de los medicamentos y cosméticos contaminados con una sustancia tóxica, el dietilenglicol, empleada en la fabricación de anticongelantes, causó muertos no sólo en China, sino también en Panamá y otros países. Esa sustancia se ha detectado en algunos dentífricos que se han distribuido en España.
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